Periodista, redactor, editor y creador de contenidos.
Licenciado en Periodismo (URJC – 2007)
Y buen tipo.
Muchos televisores presentan el problema de quedarse atascados en un canal, pero existen soluciones para un televisor bloqueado.
El Alcatel One Touch Easy es el claro ejemplo de cómo algo no necesita ser bueno para triunfar.
Y es que este recordado y memorable terminal tuvo un lustro dorado desde 1997 hasta 2002, en el que fue uno de los dominadores del mercado, a pesar de contar con unas características más que limitadas. ¿Cómo lo consiguió? Enfocándose a un público al que nadie se había dirigido hasta ese momento en el mundo de la telefonía móvil: los adolescentes.
El sector de la telefonía móvil aún estaba dando sus primeros pasos en España. Tener un terminal móvil seguía siendo algo que no estaba al alcance de todo el mundo pero cada vez más gente se sumaba a una moda que apuntaba a duradera.
Y en ésas que llegó Alcatel y decidió apostar por un segmento en el que, hasta ese momento, nadie había reparado: los jóvenes. ¿Por qué no iban a tener los adolescentes de finales de los 90 un móvil ‘to wapo’ y ‘dabuten’, que no pareciera un ladrillo o tuviera una antena más grande que la espada de Iñigo Montoya?
Y lo mejor de todo es que no se complicaron demasiado. El Alcatel One Touch Easy era un móvil funcional, divertido y con un diseño rompedor que incluía colores de todo tipo. En comparación con el resto de móviles del mercado, dignos de cualquier funeraria, la gama de colores del One Touch Easy era pura fantasía.
Curiosamente, sus 133 x 54 x 25 milímetros y sus 160 gramos, medidas muy por debajo de muchos móviles actuales, le valieron las bromas de muchos y un apodo para la historia: ‘One Tochazo’.
A pesar de ello, arrasó. Y lo hizo, con una memoria interna tan limitada que tan sólo permitía almacenar cinco llamadas perdidas, cinco llamadas salientes y cinco llamadas recibidas. No es broma. Y ojo, que la batería no iba más allá de las 3 horas.
¿Y qué más daba? Era el teléfono del momento y se vendieron millones de unidades. La memoria interna era lo de menos, cuando podías quitarle la antena y que ocupara mucho menos en el bolsillo. Además, era un móvil diseñado para soportar una III Guerra Mundial. Se caía, se mojaba, se volvía a caer y seguía funcionando como si nada.
¿Y lo mejor de todo? Si se quedaba sin batería, podías enchufarle dos pilas AAA y seguir funcionando. Llamar genio a quien se le ocurrió está idea es quedarse corto.
¿Y cuánto costaba este Alcatel One Touch Easy? Por aquel entonces, su precio no llegaba a los 100 euros (16.600 pesetas). Cabe recordar que los móviles en aquel entonces eran muy caros para lo que ofrecían, pero es que lo que ofrecían, que era llamar desde cualquier sitio, no existía pocos años antes.
Al final, 100 euros era una cantidad asumible para un adolescente y fueron legión los que ahorraron durante meses para comprarse su ‘One Tochazo’. Es más, no serán pocos los que conserven su Alcatel One Touch Easy en un rincón especial de su casa, recordando su primer móvil con sumo cariño. Lo mejor es que si trataran de encenderlo, seguro que sigue funcionando.
Como diría un usuario del Alcatel One Touch Easy de aquella época en la actualidad, mientras mira al infinito: «Ya no se hacen móviles como los de antes«. Y razón no le faltaría. El asunto sería dirimir si eso es bueno o malo.
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