Ventajas y desventajas
Tras muchos años tras ello, parecía que el conector USB-C iba a ser la solución. Un cable estándar, de talla única que, como el Anillo del Poder, estaba creado para unirlos y gobernarlos a todos. Y aún es posible pero eso no quita para que, incluso antes de empezar, ya tenga más de una pega. Te contamos qué es y los problemas que puede dar.
¿Qué es el conector USB-C?
Lo primero que debes saber es que se trata de un conector que permite aunar todas las tareas en un solo cable. Es decir, ofrece alimentación, vídeo y transferencia de datos hasta a 3 dispositivos, siempre y cuando estos sean compatibles con USB-C y sus funcionalidades.
En comparación con USB Tipo A, el clásico USB, la velocidad de transferencia de datos es mucho mayor, lo que permite cargar más rápido cualquier dispositivo. El motivo es que el Conector USB-C cuenta con 24 pines, por los 9 del USB A. No sólo eso, también permite trabajar en los principales sistemas operativos: iOS, ChromeOS o Windows, por poner algún ejemplo.
Además, es igual por arriba y por abajo, lo que implica que siempre que lo enchufemos, entrará a la primera. En el caso del USB clásico, siempre entraba a la tercera.
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Problemas del Conector USB-C
Más allá de las ventajas, que son bastantes más de las mencionadas, la realidad es que el conector USB-C también implica una serie de desventajas considerables que deben ser tenidas en cuenta.
Brechas de seguridad
El puerto USB-C puede ser una zona tremenda de entrada a virus. Sus elementos de defensa son mínimos y, sin ir más lejos, un malware como BadUSB puede entrar en tu portátil desde el firmware sin que te des cuenta. Ojo con eso.
¿Qué cable debo elegir?
Otra consecuencia más complicada de elegir el conector equivocado es que, directamente, podemos freír el dispositivo. Lo peor de estos casos es que se perderían muchos de los datos que contiene el mismo, que suelen ser muchos e importantes. Hablamos de fotos, vídeos, contactos y todo lo que puedas imaginar o tener en tu dispositivo.
Otra consecuencia más complicada de elegir el conector equivocado es que, directamente, podemos freír el dispositivo. Lo peor de estos casos es que se perderían muchos de los datos que contiene el mismo, que suelen ser muchos e importantes. Hablamos de fotos, vídeos, contactos y todo lo que puedas imaginar o tener en tu dispositivo.
Distintos USB-C
Lejos de lo que pueda parecer, no todos los USB-C son iguales, pues algunos son compatibles con elementos que otros no. Por poner un ejemplo, hay conectores USB-C capaces de transferir datos en alta resolución, que otros cables no son capaces.
En el caso de los portátiles, al ser un dispositivo grande, esos conectores USB-C no valdrían para teléfonos móviles, auriculares u otros dispositivos de tamaño más reducido, pues la potencia sería demasiado elevada para ellos.
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